Michael es uno de nuestros ‘veteranos’ y más experimentados, con 17 años, del equipo de Inclusport Azul. Lleva con nosotros desde el inicio de la Asociación y de la formación de nuestros equipos. Y ha querido compartir con todos su experiencia en el regreso de los entrenamientos tras un año sin tocar un balón.
Lo primero, ¿qué ha supuesto volver a entrenar tras más de un año sin hacerlo?
Volver a entrenar me ha devuelto la alegría, me ha dado energía y ese es el mejor regalo que le puedo dar a mi familia. Llevaba un año pidiendo ir a entrenar y ahora que he vuelto casi no me lo creo.
¿Cuál fue tu primera sensación al volver a entrenar?
Sobre todo el primer día tuve una sensación de adrenalina y de emoción.
¿Qué beneficios has notado en apenas 3 sesiones?
Alegría y movilidad. Los martes ya son el día clave y mi madre ya sabe que es el día de balonmano.
¿Qué es lo que más le ha gustado de estos primeros días? ¿Compañeros, monitores, deporte…?
Aunque esta temporada sea un poco más corta porque el tiempo no nos lo ha permitido, lo mejor ha sido reencontrarme con los compañeros, entrenadores y nuevos integrantes, creo que hemos hecho un buen equipo. Muchas gracias a los entrenadores por entregarse a nosotros y darnos cariño; y muchas gracias por vuestra implicación para que podamos hacer deporte y disfrutar como cualquier otro niño.
Y, ¿en qué te has visto perjudicado al no hacer deporte durante tanto tiempo?
Al dejar de entrenar perdí motivación, alegría y movilidad porque el balonmano es mi motor. Incluso me hizo perder el apetito, algo que he vuelto a recobrar. Poco a poco vuelvo a ser el mismo de antes. Incluso en el cole me han notado el cambio y que vuelvo a ser el mismo de hace un año.